aportes según barbara rogoff
Los procesos de participación guiada se basan en la intersubjetividad: los niños comparten los centros de interés y los objetivos con los compañeros más hábiles y con los iguales que los estimulan a explorar y a superarse.
Rogoff se centra en la resolución de problemas y en el desarrollo de destrezas, resaltando más los procesos que los productos. Se interesa en investigar aquello que dirige los procesos de adaptación inteligente a problemas prácticos e interpersonales. Por esa razón, los estudios acerca del rango social y emocional de quienes interactúan no son tan relevantes como lo son los intentos de examinar los procesos sociales o emocionales en acción.
Este concepto se orienta a resaltar la actividad compartida, en relación con la comunicación que incluye tanto palabras como acciones, y a abarcar la rutina, las actividades tácticas y el ajuste entre el niño y aquellos con quienes interactúa.
Las estrategias infantiles parecen similares a las que se apropia cualquiera que aprende en una cultura desconocida: permanecer cerca de un guía en el que se confía, observar sus actividades, etc.
Los cuidadores deciden los momentos más oportunos para que el niño realice determinadas actividades, y facilitan su aprendizaje, regulando la dificultad de las tareas y modelando ejecuciones, durante la participación conjunta en la actividad.
La participación guiada implica a los adultos o a otros niños desafiando, estimulando y apoyando al niño en el proceso de plantear y resolver problemas, tanto mediante la organización material de las actividades y responsabilidades que el niño ha de aceptar en la tarea, como mediante la comunicación interpersonal, mientras el niño observa y participa, a un nivel que le resulta cómodo pero en cierto modo desafiante.
- Rogoff considera el pensamiento como el intento funcional de poder resolver problemas y el desarrollo como el progreso en la destreza, la comprensión y la perspectiva desde la que abordar los problemas y las soluciones más adecuadas, definidas de acuerdo con la cultura local.
Cognición y pensamiento se definen, en términos generales, como resolución de problemas. Esta resolución de problemas resalta la naturaleza activa del pensamiento. La gente, más que limitarse a adquirir recuerdos, habilidades y percepciones explora, resuelve problemas y recuerda. El objetivo del proceso cognitivo no es producir pensamientos, sino guiar la acción inteligente, interpersonal y práctica. La memorización, la planificación y la categorización se incluyen como aspectos de la resolución del problema.
Rogoff se centra en la resolución de problemas y en el desarrollo de destrezas, resaltando más los procesos que los productos. Se interesa en investigar aquello que dirige los procesos de adaptación inteligente a problemas prácticos e interpersonales. Por esa razón, los estudios acerca del rango social y emocional de quienes interactúan no son tan relevantes como lo son los intentos de examinar los procesos sociales o emocionales en acción.
Aunque el libro se centra en aspectos cognitivos de resolución de problemas, todo ello no puede considerarse como algo independiente del hecho de desempeñar determinados papeles sociales y de mantener relaciones interpersonales. La resolución de problemas no es cognición “fría”, sino que implica emocione, relaciones sociales y una estructura social.
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